viernes, 31 de julio de 2009

No, no otra vez. Si, que si.

"El chiste de ser madres maduritas es que somos más conscientes y vivimos el proceso más intensamente", me decía el otro día mi querida amiga Andrea Rodríguez chateando en el messenger desde La Habana, donde trabaja como corresponsal extranjera. Tiene una hija de 12 años y un bebé que está a punto de cumplir dos. "Cuando tuve a Lucía fue distinto, estaba más joven y creo que fue la vida, casi por accidente, que me puso en el camino de la maternidad".

Las reflexiones de Andrea surgieron a propósito de este blog que intento mantener vivo a pesar de que a mi hija de 21 meses no le gusta cada vez que me siento frente al ordenador a escribir (quiere sentarse conmigo y jugar con el teclado). Con su acostumbrada espontaneidad, Andrea me contaba lo que sintió al convertirse en mamá después de pasaditos los 40.

"El día que salimos del hospital con Sebas en mis brazos estaba tan emocionada y feliz, que hasta le insinué a mi marido que podríamos pensar en tener otro un poquito más adelante. Nada me detendría, pensé, pero claro, después de las primeras noches sin dormir, de escuchar los gritos incontrolables del bebé pidiendo teta, de cambiar pañales 20 veces al dia, etc, etc, le pedí a Alejandro que por favor no tomara mis palabras en serio, que ya no habría más", me contó.

Y si, creo que Andrea tiene razón, las mamás maduritas vivimos todo este proceso de una manera muy intensa, aunque no sé si el sentimiento es más, menos o igual que el de las mujeres que tienen sus hijos antes de los 40. Me gustaría saber qué opinan ellas.

2 comentarios:

  1. Hola Mariusa,
    Yo soy mamá también, y emprendedora, con lo que el networking es importante para mi (tanto por cuestiones de trabajo como a nivel personal). De modo que, aunque yo tuve a mi hijo con 31, me siento igualmente identificada con lo que cuentas. Pues creo que la emoción, la dificultad de conciliar trabajo con maternidad, el descubrimiento poco a poco de que no es tan difícil, y las noches sin dormir, son comunes a todas las mamás, tengan la edad que tengan. La intensidad con la que se viva, depende ya de cada una :)

    Felicidades otra vez por la iniciativa y por tu hija (por cierto, me encanta el nombre de Lucía).

    ResponderEliminar
  2. Me siento super identificada, yo tuve a mi primera hija con 32 y a la peque con 42... y las dos experincias fueron maravillosas, tanto los embarazos como la crianza posterior.

    La peque acaba de cumplir 2 años, yo 44 y me siento como una niña, je, je.

    Cuando fui al ginecologo la primera vez por mi segundo embarazo no estaba muy convencida, me sentia mayor, y el me contesto, que si se quedar con las mamas menores de 35 le quedaria la consulta vacia.

    ResponderEliminar