viernes, 10 de julio de 2009

Tengo tiempo todavía.

Esto de por qué algunas mujeres postergamos la maternidad es un tema complejo. En algunos casos lo hacemos de manera consciente, o al menos eso creemos, pensamos que todavía tenemos mucho tiempo por delante y que el reloj biológico puede esperar. Queremos realizarnos profesionalmente primero, tener una cierta estabilidad económica, recorrer el mundo, salir de noche a bailar, a tomarnos un vinito con los amigos, dormir hasta tarde los fines de semana, conocer al hombre ideal (ah! yo todavía lo estoy buscando…existirá?!!!).

Y por supuesto, está el asunto de la infertilidad, esa realidad dura y difícil a la que se enfrentan muchas mujeres. Hay quienes después de costosos e incómodos tratamientos médicos superan el escollo y finalmente se convierten en madres. Otras aprenden a vivir sin hijos, una opción tan válida y legítima como la de vivir con ellos. Y unas cuantas, cada vez más, después de curar el alma de las pérdidas sufridas, nos decidimos por la adopción y nos convertimos en madres de esos hijos que llegan a nosotras desde el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario