Para mi la lectura es un espacio para soñar, imaginar y recrear el mundo. |
Me encanta leer un buen libro acurrucada en el sofá, con una taza de té o una copa de vino tinto al alcance de mi mano. Leer así es una de las cosas que más extraño de mi vida antes de la maternidad. El tiempo ahora es más escaso, leo casi a hurtadillas, por las noches muy tarde o aprovechando las siestecitas que hace mi hija (que por cierto ya son cada vez menos).
Leyendo uno de mis cuentos favoritos: Juan y las habicuelas mágicas. |
En esto de la lectura pongo mucha dedicación, porque quiero inculcarle y reforzarle a mi pequeña ese mismo amor por los libros que aprendí de niña, el gusto por la narración (me fascina leer en voz alta) y por todo ese mundo extraordinario de personajes mágicos que surgen de la creatividad literaria.
Por mi parte, seguiré leyendo, como sea y dónde sea. En la mesita de noche junto a mi cama me esperan Blanca vuela mañana, de Dulce Chacón; No hay silencio que no termine, de Ingrid Betancourt; y Faulks on Fiction, de Sebastian Faulks. Y claro, allí junto a mi pequeño libro de oraciones, siempre tengo dos clásicos que se han convertido en libros de cabecera para mi: Tu hijo, de Benjamin Spock; y Entre padres e hijos, de Hiam G. Ginott.
Si, si.... a mi también me encanta el tema de los cuentos con NIcolás, también se lo quiero inculcar ahora que está pequeño. Yo nunca he sido come libros pero definitivamente no hay como un buen libro.... besos
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