lunes, 6 de diciembre de 2010

Cuando ellas vienen, yo voy.

Una de las cuestiones que más retos me ha planteado el hecho de convertirme en madre por primera vez a una edad madura, es que de pronto me doy cuenta que la mayoría de mis amigas, contemporáneas conmigo, ya han terminado de criar, mientras yo apenas comienzo este proceso.

De pronto ellas se sienten libres de nuevo para dedicarse a otras cosas y retomar proyectos olvidados o postergados. No quieren saber nada más de niños, biberones, pañales, meriendas para el cole, etc, etc. Sus hijos ya están más grandes, han dejado el nido para ir a estudiar a la universidad, iniciar una carrera profesional de éxito en otro lugar, o para casarse. Algunas hasta ya son abuelas, otras están a punto de retirarse del trabajo.

Y entonces pienso en todo lo que me queda por delante…respiro profundo, cuento hasta diez y vuelvo a empezar. Cuando me recuerdan que el tiempo pasa muy rápido y que mejor disfrute de mi hija ahora que está pequeña, me sacudo estos pensamientos de agobio y me meto de lleno a vivir mi presente con intensidad y alegría.

Y si, estoy clarísima que mi retiro tendrá que esperar muchos años más.

3 comentarios:

  1. Que lindo blog Mariusa. Sigue escribiendo porque me encanta saber tus opiniones sobre ser madre. Tu debes de ser una mama estupenda!!!

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  2. este es nuestro Aqui y Ahora.... así que a disfrutar sin pensar en lo que no hicimos o lo que estamos dejando de hacer, si no lo que estamos haciendo ahora que nos llena un montón :) besos, me alegra que hayas retomado este blog...

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  3. Es una preciosa experiencia. No te conviertas en Abuela, se Madre sin sobreprotejer es lo mejor. Corre, nada, juega y delega, aprovecha esta gran Bendición. (no tengo Blog) con gran cariño, desde Venezuela.

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