martes, 22 de marzo de 2011

Mamá se va de viaje.

Hace poco estuve fuera de casa dos semanas, lejos de mi pequeña hija y de mi hogar. Tuve que viajar a Londres en asuntos de trabajo, entre otras cosas, para explorar algunos proyectos profesionales que me interesan.

Desde que tengo a Lucía conmigo, creo que sólo me he separado de ella en dos ocasiones, tres contando ésta, y ha sido por unos días apenas, nunca por 15 días como ahora!

Tengo que decir que me han costado muchos estas separaciones. Sé que la dejo en muy buenas manos, en la casa de mi hermana, su tía adorada. Y no es eso lo que me inquieta, es el hecho de que me hace muchísima falta.

Estamos siempre tan juntitas, tan unidas…y dos semanas es muchísimo tiempo para que madre e hija anden por ahí, cada una por su lado. Ya vendrán los tiempos en que así sea, cuando crezca (ahora tiene tres años y medio) y quiera salir con sus amigos y hacer sus propias cosas. Igual mi plan es que siempre podamos compartir momentos únicos entre nosotras.

Hablamos todos los días por teléfono. Me lo quería contar todo de una sola vez, fue rico escuchar su dulce y tierna voz al otro lado de la línea, haciéndome un resumen de lo que había hecho en el día. Entre otras cosas descubrí que es una niña empática y solidaria. Un día le conté que en Londres estaba lloviendo mucho (como para variar) y en seguida me preguntó: “¿mami, tienes paraguas? No te mojes”. Eso me derritió el corazón en esa tarde fría y gris en la ciudad que adoro, a pesar de su clima.

Claro, mentiría si les dijera que no disfruté de tener un poco de tiempo para mí misma, redescubrir mi independencia, poder dormir toda la noche sin sobresaltos, salir a comer o tomarme un vinito con los amigos, y andar a mi propio ritmo.

Pero lo cierto también es que después de varios días sin mi hermosa criatura, ya quería regresar a casa, para abrazarla y comérmela a besos. El tiempo sin ella me pareció una eternidad.






3 comentarios:

  1. Leyendo tu comentario, he caído en cuenta que nunca he estado lejos de mi Miranda por un período largo. La última vez que nos separamos fue en Venezuela y solo por cuatro días con mi hermana. Comparto contigo esa mezcla de sensaciones de sentir que esa independencia de antes es divina, pero al mismo tiempo, la necesitad de estar otra vez junto a ella, es mucho más imperiosa. Abrazos,
    MV

    ResponderEliminar
  2. Pues yo cuanto te entiendo!!!! yo aún no he tenido la oportunidad de este tipo de separaciones tannn largas, lo máximo que lo he hecho ha sido un día :-) aún no he experimentado una noche separados :-S ... ya te contaré...Besos

    ResponderEliminar
  3. Me gustó mucho tu cuento, me pareció muy tierno! Me encanta tu estilo y tu blog. Carolina de Londres.

    ResponderEliminar