lunes, 29 de noviembre de 2010

La energía maternal: prohibido cansarse.

“Abandonaste tu blog sobre madres maduritas y eso es imperdonable”, me dijo el otro día una querida amiga durante un rico almuerzo en Barcelona. Y si, tiene toda la razón. No escribo desde hace un año!!!!!!

Fue tan enfática mi amiga en su recriminación (lo cual le agradezco) que aquí estoy, sentada de nuevo frente a mi compu para retomar estos pensamientos, reflexiones, ideas y etcéteras de mi vida como mamá de más de 40 años y más. Y bueno, no me quiero justificar, pero es que los días se pasan tan rápido; entre el trabajo y las obligaciones de la casa, a veces faltan fuerzas para tantas cosas.

Aprovecharé para hablar de energía, ese bien tan preciado, no sólo para el medio ambiente sino también para nuestros cuerpos de mamá. Comienzo diciendo que, a mi modo de ver, esto de las energías que hay que tener para ejercer este oficio de la maternidad parece ser igual para todas las mujeres, jóvenes o no tan jóvenes.

En el camino que recorro diariamente para dejar a mi hija en su colegio, veo a madres apuradas, estresadas, corriendo, casi sin aliento, por llegar a tiempo aquí, allá, a todos los lugares donde se reclama nuestra presencia. Y las veo tan cansadas como yo, utilizando su energía al máximo. Y la edad no parece importar, de verdad. Todas sacamos energías de donde no tenemos. Las recargamos por las noches, en las bien merecidas horas de sueño, unas veces generosas, otras más bien escasas y mezquinas.

Estoy convencida de que para generar energía y vigor hay que invertir tiempo y espacio para el ejercicio físico. Desde que hace unos meses me decidí a retomar el hábito de ir a nadar por lo menos 2 ó 3 veces por semana, me siento mejor, con más bríos, más ímpetu, más fuerzas. No sé de donde he sacado tiempo para hacerlo, pero lo consigo y es lo mejor que he podido hacer por mi misma y por mi pequeña hija, que disfruta de una mamá más relajada y contenta. Es una receta simple y antigua, pero tan cierta como que dos más dos son cuatro.

¿Quieren compartir conmigo sus comentarios sobre la energía maternal y/o paternal? Prometo no desaparecerme otra vez.