miércoles, 1 de junio de 2011

Como esponjas y loritos

Las madres no dejamos de sorprendernos de lo que nuestros hijos pueden decir o hacer a edades tan tiernitas como la que tiene mi hija, tres años y siete meses. Y es que esta historia de que son como esponjas que todo lo absorben, y como loritos que todo lo repiten es tan cierta... Lean estos brevísimos fragmentos de los comentarios y preguntas que hizo mi pequeña el otro día mientras compartíamos con la familia y amigos el histórico partido entre el Barça y el Manchester United:


- Vamos…, a correr para el otro lado, – le gritaba a los chicos de Guardiola cuando estos se alejaban demasiado del terreno del Manchester, donde tenían que estar.

- Ufff, por poquito! Exclamó varias veces imitando la expresión de alivio de nosotros los adultos cada vez que el Barça estaba a punto de meter un gol pero no lo lograba.

- ¿Por qué mami? ¿Por qué hacen eso?, preguntó extrañada al ver que los jugadores saltaban y se abrazaban cada vez que marcaron los dos hermosos goles con los que le ganaron al Manchester.

- Ah! Qué bien jugaron! Fue la correcta sentencia que emitió al terminar el juego.

- ¿Y eso qué es? ¿Una copa? Ah si, como la tuya mami - dijo señalando la copa de vino que yo tenía en mis manos para celebrar – pero más graaaaande, claro!

Como nos reímos esa noche por el triunfo y por las divertidas ocurrencias de mi niña.